Manuel Padilla Fernández trae a su familia (mujer y 3 hijos) al Campo de Gibraltar.
La buena marcha del negocio le hace tomar la decisión de abrir otro local de compra-venta de chatarra en la calle Carteya nº 6 de Algeciras. Durante un tiempo, estuvieron funcionando ambas chatarrerías, Manuel Padilla Fernández dirige la de Algeciras dejando a su hijo mayor Manuel Padilla Molina al frente de la de San Roque.
Pasado un tiempo, se disuelve la sociedad con su socio y la Familia Padilla continua en las instalaciones de Algeciras su andadura en solitario.